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asesoramiento

Iris Zenker

Asesorar significa „dar consejo“. Un consejo es una propuesta de buena voluntad y este concepto existe desde el siglo XV. La actividad de aconsejar o ser aconsejado es, por lo tanto, casi tan antigua como este mundo.

Mi trabajo, mejor dicho, mi tarea trata de conseguir que la persona que desea ser aconsejada pueda ser capaz de darse el consejo a sí mismo.

Las amistades se sienten desbordadas y a veces no se encuentran en la situación ideal para aconsejar. Se encuentran emocionalmente muy cercanas al problema y a la persona que desea ser aconsejada, lo que supone un dilema entre lo objetivo y lo subjetivo. Seguro que lo conocen, ¿cuántas veces, se topan los sentimientos y la razón en el cuadrilátero de la vida y luchan en vano? ...además de vaciarnos.

Malentendidos, posibles lesiones que de alguna manera nos mantienen preocupados, pueden desbordarnos y son la consecuencia de, por ejemplo, separaciones de amigos, colegas de trabajo o parejas. ¡Todos podemos prevenir de forma activa!

Yo me entiendo como una inspiradora o un espejo, como una reflectora para cualquier ser humano frente a mí. “A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente” decía Heráclito (c. 540-c. 475 a.C.) filósofo griego de Éfeso. El que se conoce y piensa sabiamente ha dado el primer paso hacia la solución del conflicto / problema.

Se trata de procesos en grupo, en los que de vez en cuando de ningún modo a través de consejos de emergencia, quizás por los llamados “ciegos de profesión” o son “tranvías” inevitables en los cuales todos hemos maniobrado al menos una vez. ¿¡Se sienten hombre y mujer como un barco en altamar que no ve tierra!?... En esas situaciones puedo ser capaz de apoyar, ayudar y reconocer el problema.

Grupos de todos los tamaños, consejo individual, parejas... todo es posible.

Ya que soy móvil y es mucho más bonito estar en una ambiente de confianza, paso a visitarle a su casa encantada.

Y... Todo lo que quieran saber sobre condiciones contractuales, lo pueden saber con una simple llamada teléfonica o un email.

Un buen consejo no tiene por qué ser caro… sólo tiene su precio.